En la lista cerrada pero no bloqueada los partidos ponen los candidatos, pero los electores deciden a quien quieren. Dentro de la lista todos tienen las mismas posibilidades de ser elegidos.
Los efectos que produce en los partidos políticos desbloquear las listas de candidatos a diputados siempre van a ser puestos por los partidos. O sea que los partidos siempre van a tener un grado de control sobre esos candidatos; lo que no va a controlar es que los electores elijan su orden de preferencia. Sobre eso no tendría control el partido y si lo que buscamos es un grado mayor de libertad, pues aquí tenemos un grado mayor. Es que ahora los diputados van a tener que hacer méritos no solo frente al partido sino también frente a los ciudadanos. Pero otra vez eso solo va a ser posible si los electores tienen información del comportamiento de los diputados; de lo contrario, si no hay información, quedamos igual, aunque utilicemos estos mecanismos más democráticos.
En la lista abierta el elector, aún teniendo las propuestas de los partidos, puede votar a las distintas listas e incluso proponer a sus propios candidatos. Por ejemplo, en un departamento donde haya siete escaños y si los partidos estuvieran en capacidad de proponer siete candidatos cada uno, el elector tendría la posibilidad de marcar siete veces y cruzar el voto. En otros términos: los partidos ponen a los candidatos, pero el elector puede marcar candidatos de las diversas listas, y en ese sentido puede elaborar sus propias listas, lo que quiere decir que hay que cambiar el tipo de voto. Si la lista es abierta hay que darle al elector la posibilidad de elegir a esos siete diputados, que los puede elegir de una sola lista o repartir sus siete votos en las tantas listas que haya. El extremo de lo abierto es la posibilidad de que los votantes puedan proponer ahí mismo su candidato.
¿Qué implicaría abrir las listas?
a) Para el sistema electoral: El sistema de los residuos ha contado para las listas cerradas con un solo voto. Como aquí lo que tendríamos es tantos votos como diputados tendría que ser una fórmula de mayoría simple. Técnicamente es complicado aunque no imposible. Una fórmula de mayoría simple funciona así: si hay siete candidatos en el departamento, yo elector tendría siete votos, que los podría repartir en las listas de todos los partidos. Al final habría que contar a los siete candidatos que sacaron más votos, independientemente de a cuál lista pertenezcan. Habría que cambiar ya no solo el tipo de lista, sino también el procedimiento de votación, el tipo de voto y la fórmula electoral. Estamos hablando de una reforma más amplia.
b) Para los partidos políticos: La principal consecuencia es que esto va a debilitar a los partidos, el nivel de cohesión y de disciplina. Va a complicar la formación de mayorías legislativas. Volvamos al ejemplo de los siete diputados. Con las listas cerradas, probablemente un partido sacó tres diputados y el otro cuatro, pero competían cinco partidos. Ahora resulta que se abrieron las listas y los cinco partidos sacaron diputados: uno cada uno. ¿Cómo se forma una mayoría de 43 votos con más partidos políticos? El primer punto es la complicación en la formación de mayorías legislativas. Va a ser más lento el proceso de decisión; y, segundo, los diputados van a vivir la tensión de que le tienen que obedecer al partido y al elector, pensando en que quieren ser reelegidos en el siguiente período y va a haber algún momento en que por su aspiración a ser reelegidos puedan votar contra la línea partidaria.
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